A medida que se desarrolla la actividad económica de sus transacciones comerciales, la empresa puede enfrentar una decisión que implica que la actividad cesa o finalmente desaparece. Es conveniente comprender las diferencias entre las dos situaciones para absorber las consecuencias legales de su elección.
Cese de Actividad
En España, hay muchas empresas inactivas (no disueltas) debido a la imposibilidad de pagar a los acreedores. Estas sociedades no tienen otra opción. Explicamos por nuestra cuenta que la Ley de Sociedades de Capital requiere que para liquidar una empresa, las deudas con los acreedores deben pagarse, consignarse o garantizarse. Este es un requisito imposible para un gran número de empresas que no tienen suficientes activos para pagar sus deudas y, por lo tanto, se ven obligadas a cesar sus actividades.
El Concurso de Acreedores sigue siendo la única forma de eliminar las compañías de deuda. Sin embargo, este no es un camino fácil a seguir. Por el contrario, el retraso excesivo del procedimiento y su alto costo obligan a la mayoría de los gerentes / liquidadores a no hacer nada, lo que aumenta el número de empresas sin actividad o activos y con deudas difíciles de cobrar.
Como veremos a continuación, la Dirección General de Industria y Pequeñas y Medianas Empresas (DGIPYME) distingue entre las dos operaciones que definen la suspensión de actividades. Este es el proceso por el cual los empleadores deciden suspender temporalmente las actividades, y esto no significa que la empresa se haya ido. Por lo tanto, se puede decir que la propia empresa existe sin ninguna actividad.
Las consecuencias y obligaciones de la terminación son las siguientes:
• Interrupción temporal de actividades comerciales o profesionales.
• La empresa está inactiva pero sigue siendo una persona jurídica.
• No se pueden emitir facturas por la entrega de bienes o servicios proporcionados por actividades comerciales. • La contabilidad debe continuar realizándose de acuerdo con el Código de Negocios y el Plan General de Contabilidad. • La empresa debe continuar legalizando sus libros y mantener cuentas anuales en el registro comercial.
• Retuvo la obligación de pagar el impuesto corporativo.
• Las declaraciones de obligaciones de retención que la empresa continúa asumiendo deben presentarse regularmente.
Extinción
La extinción de una empresa es el proceso por el cual los empleadores realizan los procedimientos necesarios para cerrar la empresa. El proceso de extinción consiste en ciertos actos obligatorios estipulados en la legislación. En general, este proceso sigue los siguientes pasos:
Disolución:
Para comenzar el proceso de liquidación de una empresa, generalmente se requiere el consentimiento de la junta general de accionistas para disolverse. La disolución no significa la desaparición legal de la empresa, pero paraliza las actividades normales de la empresa y la coloca en el período de liquidación. Las razones para la disolución fueron las identificadas en la legislación vigente. Los efectos de la disolución son los siguientes:
• La empresa ingresa inmediatamente al período de liquidación.
• Debe agregar la frase «en liquidación» a su denominación.
• Pausa todas las actividades rentables.
• La agencia administrativa es reemplazada por el liquidador.
• Cuando el proceso de liquidación se extiende por más de un año, el saldo anual será reemplazado por el estado de cuenta.
Liquidación:
La liquidación es un proceso cuyo propósito es distribuir los ingresos entre los socios después de que se cobre el crédito pendiente y se liquide la deuda social. En esta etapa, la compañía mantiene su personalidad jurídica, pero sus actividades diarias permanece paralizada. La persona responsable de implementar este procedimiento es el liquidador y puede ser designado de acuerdo con las disposiciones de los estatutos, de lo contrario puede ser designado por la junta de accionistas.
Durante el período de liquidación, se seguirán las reglas de la constitución con respecto a la convocatoria y las reuniones generales de Junta. En la junta de accionistas, el liquidador explicará el progreso de la liquidación para facilitar los intereses comunes. Una vez completado el trabajo de liquidación, el liquidador deberá presentar los siguientes documentos a la junta de accionistas para su aprobación: el saldo al final del período, un informe completo sobre las operaciones realizadas y la división del trabajo entre los socios de los activos obtenidos. Finalmente, la distribución resultante de los activos sociales se realizará de conformidad con la normativa.
Concurso de acreedores
El comienzo de la fase de liquidación a través del proceso de bancarrota produce la revocación de todos los derechos de la empresa. La empresa no designa liquidadores. La legislación aplicable es la legislación establecida en el capítulo II del título V de la Ley Concursal.
Extinción
Después de que se completa (o liquida) el proceso de liquidación, el liquidador tiene la obligación de registrar la extinción de la empresa en el Registro Mercantil mediante la concesión de un contrato público con :
• Saldo final de liquidación.
• Aprobación del saldo final anterior.
• Declaración de que los acreedores han sido reembolsados o malversados sin reclamaciones.
• División de los activos sociales y cómo se asignan los excedentes.